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Tercer día del I Turno del Campamento Vera Cruz.

La sintonía la Novia de Reverte, despertaba a un Campamento que tras una noche de buen descanso se disponía a vivir un nuevo día cargado de nuevas actividades y mucha formación.

Una oracion de buenos días y una subida de bandera abría las actividades de mañana (Jardines del mundo) donde nuestros campistas trabajaron la sinceridad de una forma divertida y amena conociendo que con la mentira no se llega a ninguna lado, fomentando ser buenas personas de corazón.

La altas temperaturas como el día anterior hizo que las horas de piscina se alargaran. Nuestros pequeños disfrutaron y jugaron muchísimo.

El día se presentaba completo, pues habría que aprovechar las últimas horas por la Sierra por eso durante la tarde se dedicaron a preparar los complemtos del disfraz de la noche, taller de loros para la velada pirata que les recibiría por la noche.

Más tarde siempre evitando la calor hubo talleres rotativos donde disfrutaron de bailes, bodypaint y canto con gitarra de las canciones típicas del campamento. Fue una tarde activa y donde descubrimos a verdaderos artistas.

La velada Pirata comenzaba desde la cena donde nuestros piratillas se introducían en un barco y se les servía una gran cena costeada por el Pirata Patapalo para así comenzar posteriormente con el juego donde nuestros pequeños se convertían en auténticos ladrones de monedas trabajando en grupo y cooperando entre ellos. Después llegó la fiesta, un rico manjar de chuches, refrescos y mucha música cerraba el último día completo del CVC.

Nuestros niños están constantemente atendidos y supervisados por sus monitores y muy bien cuidados por cocina que prepara unos platos riquísimos. ¡Este año hemos acertado con el menú!

La tradicional música ambiental, cerraba las últimas buenas noches donde un cielo cuajado de estrellas recibía las gracias a Dios más pura y bonita que pueden existir, las de un niño.

Gracias Cristo De la Vera Cruz y nuestra amada Virgen de las Angustias por devolvernos cada año el CVC por traernos de nuevo al lugar donde somos felices.

¡Que suerte tenemos los Cruceros!