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Hoy compartimos dos entrevistas, en primer lugar a Ntro. Hno. Francisco José Bernal Fernández, Director de la oficina de Caja Rural del Sur en Alcalá del Río.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Sigo realizando el mismo trabajo que antes e incluso mantenemos, en Caja Rural del Sur, los mismos horarios de trabajo, pero sí con muchos matices. La atención directa al público se ha recortado y se han extremado las medidas de seguridad para todos, empleados y clientes, la distancia de seguridad, las medidas de protección y sobre todo los cambios de hábitos. Incentivar los medios digitales, la comunicación vía correo electrónico o teléfono, para que las personas puedan seguir teniendo el servicio más “cercano” posible dentro de las restricciones que debemos de tomar todos.

2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Principalmente en mi familia, en el estado tan excepcional en el que nos encontramos: es cierto que mientras más tiempo estamos en la calle, más riesgo y mayor exposición tenemos a cualquier contagio y cada uno estoy seguro que no pensamos en nosotros mismos, si no en las personas que tenemos alrededor que no se vean afectadas por nuestra exposición en el exterior. Pero también entiendo que el sector en el que trabajo tiene que seguir funcionando para que las personas que necesitan de nosotros y de nuestros servicios que, al fin y al cabo, son fundamentales para el funcionamiento del día a día y para mantener cierta normalidad dentro de este estado tan excepcional, puedan recibir la mejor de las atenciones y poder transmitir tranquilidad y normalidad en estos momentos. Al llegar a casa me encuentro la motivación y el mejor aliciente que pueda tener, a mi familia, ver la cara de mi mujer y la sonrisa de mi hijo al verme es la mayor recompensa que pueda tener cuando vuelvo cada día.

3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.

Quizás la experiencia más negativa en mi sector sea ver a personas afectadas por el efecto de este estado de alarma, personas y negocios afectados económicamente, que lo están pasando mal por este momento tan excepcional y al que buscarle la manera de ayudarlos e intentar solucionar esos problemas sea nuestro principal cometido en estos momentos en nuestro sector. En un ámbito más general, quizás la experiencia más negativa, sea salir cada día y ver cómo han cambiado nuestras costumbres, nuestros hábitos, nuestra forma de vivir, como hemos pasado de ser una sociedad cercana y acogedora, a pasar por obligación a ser una sociedad en la lejanía y el distanciamiento.

4.- ¿Y tu mejor experiencia? es decir, la más positiva.

La mejor experiencia es ver el alivio de esas personas que se han visto afectadas por esta situación tan excepcional, y a las cuales le hemos podido ayudar para que, de cierta manera, pudiéramos aliviar esas cargas económicas que se han venido inesperadamente por esta situación y la que no podían atender. Ayudar a quien lo necesita y ser útil para que las personas que de otra manera se han visto afectadas puedan seguir desarrollando su actividad cuando todo esto pase y puedan volver a la normalidad. De manera más general, la solidaridad de la gente, la empatía y la predisposición de todas las personas, con su compromiso y buen hacer para hacer todo este estado tan tremendamente adverso más llevadero.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Sobre todo me quedo con que tenemos que aprender a darle valor a esas pequeñas cosas que tanto echamos de menos en estos momentos: el simple hecho de dar un paseo, de tomarte algo rodeado de gente querida, o tener la libertad de moverte sin restricciones. No apreciamos lo que tenemos, hasta que lo perdemos, es una frase muy repetida en muchas ocasiones, que ahora más que nunca toma especial relevancia. Tenemos que valorar lo que tenemos y disfrutar de ello, no dejarnos nada atrás, hacer lo que creamos y lo que queramos en cada momento, para ser felices. La vida pasa y hay que ser feliz para aprovecharla. Me quedo por supuesto, y me reitero de la pregunta anterior, con la solidaridad y empatía de las personas, con el respeto y predisposición a acatar las medidas tomadas para que entre todos hagamos que esto pase lo más rápido posible.

6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

A mi Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y a mi Bendita Virgen de las Angustias Coronada, sólo les pido salud y protección en estos momentos tan difíciles, salud y protección para mi familia, para el resto de mis allegados y para todas las personas, aliento para aquellas personas que se han visto afectadas de una manera u otra, para que puedan salir de esta situación y se recuperen lo antes posible y fuerza  para aquellas personas que han perdido a alguien cercano. Que nos resguarden a todos en estos momentos tan excepcionales, para que pase todo lo antes posible y todo volvamos a la normalidad.

En segundo lugar, traemos la experiencia de Ntro. Hno. Salvador Romero Rodríguez, frutero en frutería Salvador, en Supermercados Lozam.

1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Sí, sigo desempeñando el mismo trabajo, pero con algunas diferencias como las medidas que hay que tomar para evitar contagios y su propagación. A la vez con mucha fuerza intentando que no haya mucha diferencia en el trato con los clientes para que se sientan a gusto y seguros comprando.

2.¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Pienso en tener un buen día y sobrellevarlo lo mejor posible, aunque eso no quita el que vaya a trabajar con miedo al contagio porque, después, tengo que llegar a casa donde me espera mi familia. Todo mi trabajo lo realizo con mucha fuerza y energía para poder contribuir en que las personas se puedan abastecer de sus productos de primera necesidad, que en mi caso son fruta, verduras y hortalizas.

3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.

Lo peor de todo fue al principio, cuando no se sabía a qué nos estábamos enfrentando y la gente compraba como si todo se fuera a terminar,  se empezó a trabajar baja mucha presión y sobreesfuerzo, con miedo al contagio… hasta que ya todo se fue tranquilizando poco a poco y fueron poniendo medidas para evitar el contagio.

4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.

Lo mejor fue ver como la situación se fue normalizando y cómo todo el mundo se está adaptando a las medidas tomadas para evitar el contagio, así como que todas mis clientas y clientes siguen siendo fieles: cosa que se agradece. Han sido comprensivos cuando se cambiaron ciertas medidas en la forma de trabajar y se fueron adaptando de la mejor manera posible a estas nuevas normas. Salir del trabajo y ver cómo los vecinos te aplauden y dar las gracias por lo bien que estas realizando tu trabajo, estando en primer línea.

5. ¿Con qué te quedas de todo esto?

Cómo estamos aprendiendo a ser mejor persona y a valorar las peñas cosas y momentos que den vida. Aprender a valorar lo que tenemos y aprender a trabajar bajo presión . Todo el mundo está demostrando su compañerismo hacia los demás, aunque no los conozca de nada.

6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

Le pido a mi Cristo de la Vera-Cruz y a mi Virgen de las Angustias que me cuide a mí, a toda mi familia y seres queridos, que nos de mucha salud para seguir luchando y disfrutando de todos los Jueves Santo que quedan por venir. Y, sobre todo, que esto termine pronto y todos podamos volver a la normalidad.