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Una jornada fraternal donde nuestros mayores han disfrutado a lo grande del sentimiento y devoción que nos une: nuestra Hermandad de la Vera-Cruz y la devoción por nuestros Titulares. Un legado que se debe, en gran parte, a que han sabido trasmitir la humildad, el respeto y el fervor crucero a las generaciones venideras.

Con una oración nuestro Hermano Mayor inauguraba esta comida a la que han asistido casi cien comensales, más todo el equipo de voluntarios. El Edificio Vera-Cruz se encontraba totalmente engalanado para recibirlos y todo han sido sorpresas. “Un día para el recuerdo”, decían los asistentes.

Y es que, además de la organización de la comida, la sobremesa ha estado amenizada por Hermanos que vuelven a demostrar su encomiable compromiso dando lo mejor de sí: cantando sevillanas, pasodobles, recitando señeros poemas a nuestros Titulares. Magistrales. Momentos que han despertado la emoción de todos los asistentes. En nombre de la Junta de Oficiales, su Diputación de Caridad y el grupo de monitores de Vida de mayores, de corazón, gracias.

Nos servimos de estas líneas para agradecer, asimismo, a nuestro Grupo Joven su entrega, constancia y abnegación, pues no solo han colaborado íntegramente con el montaje y servicio de la comida, sino que, con su juventud admirable, alegran con su presencia a nuestros mayores. Ellos, que a su vez, tienen la responsabilidad de impartir la formación a los cruceros más pequeños, en días tan inolvidables como hoy, se impregnan del amor más puro y más sincero a la Vera-Cruz: el de sus abuelos, tíos abuelos, vecinos… Una gran familia.

Finalmente, por todo el esfuerzo invertido y la constancia en este proyecto que crece cada semana, solo podemos reconocer al grupo de monitores y responsables de Vida de Mayores el ejemplo de Hermandad, caridad e Iglesia del siglo XXI que muestran. Honráis con vuestro trabajo a esta Hermandad de casi seis siglos. Con proyectos y Hermanos así, a la Vera-Cruz de Alcalá del Río le quedan muchos siglos por escribir.

Virgen de las Angustias, un año después de aquel regalo y bendición a tu pueblo, entregándonos la providencia infinita del Santísimo Cristo, te rogamos que bendigas a todos los cruceros que hoy se encontraban en la que es casa de todos, mayores y jóvenes, responsables o amenizadores. Gracias, Dios de la Vera-Cruz, por entregarle a esta Hermandad y a este pueblo unos Hermanos tan admirables.

En las imágenes, momentos de esta jornada y recuerdo de agradecimiento a los protagonistas de Vida de Mayores: nuestros Hermanos cruceros que, con su asistencia, hacen que esfuerzo recoja sus frutos.