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Tú, Madre, que ofreces el modelo perfecto de discípulo del Señor, impulsora de la caridad que socorre al necesitado, testigo del amor que edifica a Cristo en nuestros corazones, contemplado en su realidad glorificada, nos muestras una visión serena y una palabra tranquilizadora: tu angustia se convierte en esperanza.

Con Nuestra  Bienaventurada Madre somos peregrinos de fe en la espera y anhelo de la Resurrección, y nos unimos con gozo espiritual en estos Solemnes Cultos de Quinario en Honor de su Hijo, el Cristo Bendito de la Vera-Cruz, en los que, como custodia de esperanza, la Stma. Virgen de las Angustias se muestra con terno bicolor en saya de tisú blanco con bordados de realce en oro y sedas polícromas, manto de terciopelo verde musgo bordado en oro; cíngulo hebraico realizado con antiguos y suntuosos tejidos de seda, lamé, tisú, satén y brocado,  rematado con flecos en canutillo de oro fino (estreno) anudado con broche de plata y marquesitas. Embellecido su Divino rostro con mantilla de blonda española de seda; y alhajado su pecherín con mariquillas verde agua, broche en plata sobredorada con gran turmalina, prendedor de oro con su Bendito nombre y Gran Cruz de malaquita.

En sus amorosas manos, rosario de oro y nácar, cadena de oro con medalla escapulario y San Antonio, broche y medalla isabelina. Muestra en su mano derecha, antiguo pañuelo de encaje de Bruselas; en su mano izquierda porta la Rosa de Pasión entregada por el  Director General de Trasplantes del Colegio de Médicos de Sevilla, el Doctor D. José  Pérez Bernal, en reconocimiento por la labor que realiza la Hermandad de la Vera-Cruz en apoyo a la donación de órganos que, con anterioridad portaron la Santísima Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla, la Santísima Virgen de la Estrella de Triana y, D.m. portará la Santísima Virgen de la Esperanza de la Hermandad de la Trinidad de Sevilla.  Sobre sus sagradas sienes, antigua toca con motivos  florales  y lentejuelas , tejida en malla de hilo de oro; y Corona de los Rull, de 1792.

Virgen de las Angustias, la más amante de todas las madres, Bendita Tú...
por tu premurosa caridad con tu pueblo;
por tu bondad y protección  en Alcalá;
por tu maternal presencia junto a la Cruz;

Bendita  Tú por darnos tu Amor.

Virgen de las Angustias  Danos siempre Tu Amor, que con él seremos felices en la vida y en la eternidad. Amén.