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OBITUARIO

En la mañana del día 27 de abril conocimos la triste noticia de la partida a la Casa del Padre Eterno del Excmo.y Rvdmo. Sr. D. Carlos Amigo Vallejo O.F.M. Cardenal Arzobispo emérito de la Archidiócesis de Sevilla.

Tal y como compartíamos con nuestros hermanos, pedíamos en la Santa Misa, celebrada ayer, por su descanso eterno, portando María Santísima de las Angustias Coronada crespón negro con la Medalla del Pontificado de D. Carlos, ofrecida a esta Hermandad el pasado mes de octubre de 2021 por el L Aniversario de la Coronación de nuestra Madre.

Nacido en Medina de Rioseco (Valladolid, Castilla y León) el 23 de agosto de 1934, recibe la ordenación Sacerdotal en 1960, llegando a ocupar la Cátedra de San Isidoro y San Leandro entre 1982 y 2009 sucediendo al Príncipe de la Iglesia, el Doctor Don José María Bueno Monreal. Dotado de gran carisma, caló pronto en el corazón de la Archidiócesis a la que estuvo sirviendo hasta poco antes de fallecer. Gobernó con gran talante la Iglesia Hispalense y, precursor de la modernización, integró plenamente a la mujer en las Hermandades gracias a las "Normas Diocesanas" de 1997.

Es conocida su trayectoria episcopal en esta Hermandad, eternamente agradecida a su ministerio. Así, cabe reseñar la primera visita a la Hermandad el Jueves de Quinario de 1994 dónde ofició Santa Misa y depositó la primera piedra de lo que sería, en un futuro próximo, la Fundación Vera-Cruz: hoy, “Residencia Virgen de las Angustias” y Edificio Vera-Cruz (Casa Hermandad y Museo).

En 1996, concretamente tal día como hoy, un 29 de abril, atendiendo a las Reformas de la Iglesia en las que otorga al Obispo de la Diócesis la facultad de decidir sobre la Coronación de una Imagen de la Virgen, firma y Decreta, según número de protocolo 1138/96, la elevación al rango de Canónica la Coronación de 1971 de Nuestra Bendita Madre. Un hecho que reconocía la ancestral devoción a la Madre de Dios, María Santísima de las Angustias, por los alcalareños, y por el que nos sentimos profundamente agradecidos y honrados, siendo el primer rango canónico en la Diócesis y la primera Coronación Canónica de Alcalá del Río, atendiendo a su número de protocolo.

En el solemne Pontifical del 10 de octubre del mismo año, al cumplirse el XXV Aniversario del hito de la Coronación, fue presidido por Su Eminencia, quien concluía su Homilía con unas sabías y emotivas palabras, que calaron en los presentes: "todas las coronas se quedan pequeñas, ya que un amor tan grande solo se puede pagar con amores", aludiendo claramente a la “Residencia Virgen de las Angustias” que, justamente después del solemne Pontifical, visitaría junto a hermanos, autoridades, representantes de la Junta de Andalucía y Junta de Oficiales para ser bendecida.

No quedaba ahí la unión con la Hermandad puesto que, en 2003, estaba previsto que presidiera la Bendición del Edificio Vera-Cruz, acto que tuvo que realizar dl Ilmo. y Rvdo. Sr. D. Antonio Domínguez Valverde (q.e.p.d), Vicario General de la Diócesis de Sevilla, dado el nombramiento de Fray Carlos como Cardenal días antes de la misa y no pudiendo asistir a esta por motivos más que evidentes: su nueva toma de Posesión como Príncipe de la Iglesia. Pero el recientemente instituido Cardenal no quiso faltar a su compromiso inicial y nos visitó el 19 de febrero de 2004, sexto día de Novena, para presenciar y bendecir el anhelado y culminado proyecto y a todos los hermanos cruceros que, con su esfuerzo, habían cumplido otro sueño.

En el triduo de Acción de Gracias por el cincuentenario de la Coronación, el pasado octubre, tuvo a bien predicar el segundo día del Solemne Triduo, deleitando a los fieles allí presentes (y a los miles de seguidores a través de la retransmisión audiovisual de la Santa Misa) con su gran capacidad de oratoria, su grandeza y, a la vez, humildad personal que lo caracterizaba. Fue rotundo su discurso calando en el alma de todos los devotos de la Madre de Dios en la Vera-Cruz: "50 años han pasado. El Amor permanece" entre otras de gran fondo teológico y devocional. Al término de la Homilía ofreció a la Hermandad la Medalla de su Pontificado. Esta pieza se trata de una medalla troquelada bañada en oro de 24 kilates, donde figura el escudo de Carlos Amigo. La estrenaba Nuestra Señora en la solemne procesión triunfal de regreso, celebrada como culmen de sus actos de celebración del Aniversario. Un gesto que nunca olvidaremos, por el que aún mostramos sincera gratitud.

Asimismo, al concluir la Santa Misa, el Emérito Cardenal gustó de presidir un encuentro con la Junta de Oficiales en la Casa Hermandad de la Plazoleta dónde, anecdóticamente, coincidía con el traslado del paso de palio de Nuestra Madre y, tomando él la iniciativa, se acercó a bendecir a las cuadrillas y tener unas preciosas palabras con ellos, muestra una vez más de su gran carisma, llegando a decir que "este palio podría ir a la Campana" haciendo palpitar los corazones allí presentes con el recuerdo del sueño truncado del Diestro, Antonio Reverte.

Pulsando aquí, crónica de aquel entrañable día.

Don Carlos fue un gran hombre el cual permanecerá en la feliz memoria de la Hermandad de la Vera-Cruz y sus hermanos.

Rogamos a todos ellos que recen un Padre Nuestro y un Ave María por su alma.

Dale Señor el descanso Eterno y brille para él la Luz Perpetua. Amén.