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Los orígenes de la Hermandad, un 2 de mayo

El 2 de mayo de 1483 tenemos la primera referencia de la devoción a la Santa Vera-Cruz en Alcalá del Río. Por tanto, los orígenes de la Hermandad de la Vera-Cruz se remontan a finales del siglo XV.

La Ermita del Sr. San Gregorio de Osset, sede canónica de la Hermandad de la Vera-Cruz de forma ininterrumpida desde su fundación, fue ampliada a finales del siglo XV e inaugurada dicha ampliación el 30 de noviembre de 1500.

Antes de la misma, al menos desde dicho 2 de mayo de 1483, ya se reunían en aquel pequeño recinto sagrado, llamado por entonces Casa de San Gregorio, un pequeño grupo de alcalareños, los cuales se constituyeron en Cofradía bajo el signo de la Santa Cruz.

Esta Cofradía de la Vera-Cruz fue recompensada con una Cruz de plata por el Cardenal D. Diego Hurtado de Mendoza para que la venerasen; Cruz que fue traída hasta Alcalá por el capellán perpetuo de la Ermita de San Gregorio D. Diego Alonso de la Barrera y que aparece en un inventario efectuado en 1550.

Hoy, 536 años después, nuestra Hermandad sigue siendo todo un centro devocional en Alcalá del Río y provincia, gracias a la siempre vigente y universal fe a la Santa Vera-Cruz donde Jesucristo murió por nosotros y al fervor que despierta el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y su Bendita Madre, María Santísima de las Angustias Coronada. Y aún hoy, más de quinientos años de aquel 2 de mayo de 1483, nuestra Hermandad, sigue rigiéndose por estos preciosos principios cristianos:

Proclamemos jubilosos
el triunfo de la Cruz
y adoremos fervorosos
el sacrificio precioso
en que se inmoló Jesús.

Formando un haz apretado
como has querido tú,
caminemos hermanados
siempre a tu Cruz abrazados,
Cristo de la Vera-Cruz.

Te rogamos nos concedas
vivir siempre tu Hermandad
y siguiendo tras tus huellas,
que al fin lleguemos por ellas
a gozar tu Eternidad.

"Toma tu Cruz y sígueme"
Tú nos has dicho, Señor.
Contigo vamos a tomarla
con tan dulce carga
te amaremos mejor.