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El Campaventura se presenta desde el año 2018 como un nuevo turno de Campamento y con un formato un tanto peculiar con el cual se intenta alargar la permanencia del campista en el proyecto que es el Campamento Vera-Cruz, adaptándose a nuestro tiempo y a la edad de los jóvenes. Este año el destino elegido fue el Albergue Valle del Ambroz, situado a 20 minutos andando de la bonita y singular localidad de Hervás (Cáceres), que ofrecía diversas posibilidades, tanto naturales como culturales.

Además de las actividades y momentos propios y de incalculable valor que se viven en el tradicional Campamento, como se establece en el proyecto del Campaventura, se han realizado las siguientes salidas. Por un lado, se fue a Salamanca, donde se hizo una visita cultural, de la mano de cuatro intérpretes del patrimonio que nos descubrieron los mejores secretos de la ciudad, y, por otro lado, la concienciación social, en este mismo lugar, ha ido destinada a conocer la situación que sufren las mujeres víctimas de violencia de género, por parte de dos psicólogas que trabajan en este ámbito. A lo que se suma, para culminar y terminar de dar sentido a estos días en Hermandad, la celebración de la Eucaristía en la Concatedral Santa María de Cáceres, el día 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen.

Un original “bautizo” en La Granadilla, cuyas calles fueron testigo de un indeseado episodio, una noche de Casino, en la que aprendimos lo malo de la adicción al juego, una misteriosa velada en el Barrio Judio de Hervás, conectar con nosotros mismos escuchando tan solo el piar de los pájaros, noches de cine o una velada que siendo arriesgada y extravagante no pretendía más que educar en igualdad, en mostrar que en la diversidad está la riqueza.

En definitiva, para el Campaventura, al igual que para el Primer Turno y el Segundo Turno, el Grupo de Monitores establece grandes objetivos, para hacer de los niños, adolescentes y jóvenes de la Hermandad de la Vera-Cruz grandes personas, rebosantes de valores que quedarán grabados para toda la vida, citando al Papa Francisco, para “garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir y corresponsable del destino de todos”.

Ante nuestros Amantísimos Titulares, el Cristo de la Vera-Cruz y su madre Bendita la Virgen de las Angustias, además de entregar la bandera a Ntro. Hno. Javer Ruiz Sánchez, campista de mayor edad del Campaventura, dábamos gracias por que los tres turnos de verano hayan discurrido con total normalidad y como estaba previsto, pidiendo por que no flaqueen las ganas y sigamos “con fuerzas para transformar”.