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La Onomástica de María Santísima de las Angustias Coronada marca el comienzo del tiempo Pascual

La tardía Semana Santa de este año ha propiciado que la Santa Misa de esta especial conmemoración crucera se celebre con Nuestros Sagrados Titulares aún en sus pasos procesionales.

No ha dado tiempo para interiorizar y asimilar del todo los momentos de intenso sentimiento del pasado Jueves Santo, cuando nos volvemos a encontrar con otra estampa incomparable durante el lunes 22 de abril, con un numeroso grupo de hermanos y devotos reunidos en la Plaza de San Gregorio para celebrar Santa Misa Solemne con motivo de la Onomástica de Nuestra Bendita Madre de las Angustias Coronada.

Al haber concluido el período cuaresmal pocas horas antes y con las sensaciones de la Semana Santa aún a flor de piel, la Hermandad decidió posponer el traslado de los pasos para permitir que el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María Santísima de las Angustias presidieran la celebración de la Eucaristía tal y como presidieron la Estación de Penitencia del Jueves Santo.

La Santa Misa fue oficiada por el Rvdo. Sr. D. José Francisco Durán Falcón, delegado diocesano de Pastoral de Juventud de Sevilla, que agradeció a la Hermandad su recibimiento y expresó su admiración por todas las personas que asistieron a la celebración a pesar de la fría y ventosa tarde que transcurrió finalmente.

Así, el comienzo del tiempo Pascual que nos debe servir a los cristianos para acoger a Cristo Vivo entre nosotros se volvió doblemente alegre y festivo por poder disfrutar de esta excepcional ceremonia junto a nuestras Benditas Imágenes.

Al finalizar la Santa Misa y tras el traslado de nuestras Sagradas Imágenes a su altar de la Capilla, las cuadrillas de nazarenos trasladaron los pasos a nuestra Casa Hermandad de la calle Real de Castilla.

Como colofón a estos días, el martes 23 de abril tuvo lugar el ya tradicional acto de la Imposición de la Cruz a  los nuevos hermanos que son acogidos así en el seno de nuestra Hermandad. Es de destacar que llegaron a ser más de 40 los niños y niñas que recibieron de manos de nuestro Hermano Mayor una de nuestros principales signos de identidad como es la cruz de madera con el cordón verde, junto a un pergamino de recuerdo.