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Hoy compartimos dos entrevistas, en primer lugar a Ntra. Hna. María José Guerra Gómez, dependienta de Supermercado Cash Fresh, en Alcalá del Río.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

El trabajo que realizo cada día es el mismo, pero sí bajo unas medias de prevención para salvaguardar la seguridad nuestra y la de todos nuestros clientes. Los guantes y las mascarillas han pasado a formar parte de nuestro uniforme. Disponemos de pantallas protectoras en la línea de caja, tenemos que lavarnos y desinfectarnos las manos a menudo y mantener las distancias entre trabajadores. Se controla el aforo al supermercado, dando prioridad a personas mayores, dependientes, embarazadas y asistentas a domicilio. Antes de entrar a nuestras instalaciones el cliente debe desinfectarse las manos y hacer uso d guantes q le facilitamos en la entrada. Constantemente recordamos por megafonía que tienen q mantener la distancia de seguridad de dos metros con los demás.

2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Desde que se decretó el estado de alarma, cada día, al dirigirme a mi trabajo siento nerviosismo, temor por contagiarme ya no solo por mí sino por contagiar a mi familia. Cuando llego me encuentro a un gran equipo que, pese a la tensión, cansancio y estrés acumulado lo dan todo para garantizar el suministro a nuestros clientes.

3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.

Lo peor de todo es cuando hay algún cliente q se molesta por que le dices que tiene que ponerse unos guantes, que esperar en una larga cola o incluso porque no encuentra repuesto algún determinado producto q venía buscando, es ahí cuando te sientes impotente ante ciertas actitudes.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Lo mejor sin duda es el reconocimiento por parte de clientes y familiares a nuestro trabajo y al resto de sectores que, como nosotros, tienen que salir cada día a dar lo mejor de sí mismos. La fuerza, ánimos y la solidaridad recibida. La responsabilidad social haciendo caso a todas las directrices que les damos para cuidar al mínimo detalle la seguridad e higiene necesaria por parte de la gran mayoría. Las sonrisas, la educación y la empatía respecto a todo y a todos.

6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

Todos los días me encomiendo a nuestro Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y a nuestra bendita Madre de las Angustias para pedirles que esta pesadilla termine, que nos protejan de esta pandemia que nos ha tocado vivir y que acojan a todos los que han tenido que partir de esta vida por culpa de este virus solos y sin tener una despedida de sus familiares.

En segundo lugar, traemos la experiencia de Ntra. Hna. María de los Ángeles González Moreno, Auxiliar socio sanitario en domicilio en CLECE S.A. Servicios Sociales de San José de la Rinconada, Sevilla.

1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Lo primero que se me viene a la mente es pensar en que ya queda un día menos para acabar con esta pesadilla, la cual está terminando con tantas vidas humanas y por desgracia las personas más vulnerables nuestros mayores, el espejo donde día a día debemos de mirarnos y aprender de sus vivencias y sus experiencias, tocar el timbre y que me saluden con una sonrisa todos los días.

2.¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Mientras voy conduciendo por la carretera intento poner siempre algo de música, al menos la música despeja la mente e intento tomar un poco de aire puro al bajar la ventanilla del coche algo que parece tan cotidiano y que seguramente la mayoría hacemos muy a menudo, pero para mí en estos duros momento es algo que aprecio mucho... tomar aire y respirar. Al llegar comenzamos el ritual, colocamos uniformes, mascarillas y guantes, también es muy importante tanto para mi salud como para la salud de nuestros usuarios  el uso de mascarillas, con un poco de incertidumbre me preguntan el motivo, sin tener la enfermedad, a lo que contesto que es siempre para nuestra seguridad en común tanto la mía como la de ellos. Son un colectivo en el que tienen sus rutinas muy precisas ya que trabajo con personas con Alzheimer y hemiplejia severa en las que hay veces que me resulta complicado explicarles el porqué de estar metidos en casa sin poder salir.

3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.

La tristeza en sus ojos cuando me preguntan si vamos a salir un rato y yo les digo que hoy tampoco podemos y el miedo a que les pueda pasar algo o incluso, ahora tan de moda que esta el tema de los asintomáticos, me da un poco de miedo pensar que yo lo he podido pasar o me puede tocar a mí e infectar a mis hijos, mi marido o mis usuarios…. Eso es lo que peor llevo.

4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.

Lo mejor para mí es sin duda la salud y saber que voy a tocar un timbre y hay alguien esperándome para darme los buenos días, palabras que hoy en día escucharlas es como si nos tocara la lotería, saber que mi familia está a salvo en casa que son mi fortaleza y mis ganas de levantarme todos los días por ellos y ver sus caras cuando entro en casa y me reciben con una sonrisa.

5. ¿Con qué te quedas de todo esto?

Me quedo con la humanidad que estamos teniendo, con esas llamadas de teléfonos, mensajes y preguntando si todos están bien en casa y deseando salud e incluso a personas que ni siquiera conoces , con los mensajes de ánimos de todo el mundo que sabe que yo estoy al pie del cañón y que me desean lo mejor.

6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

A mi Cristo bendito de la Vera-Cruz le pido que mantenga a mi familia a salvo que me de fuerza y salud y que me ayude cada vez que salgo de casa. A mi virgen de las Angustias le pido que con su corazón de madre desate todo el nudo de esta pandemia y que nos dé su protección para no perder lo más importante que tenemos: la FE.