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ENTREVISTA A NUESTROS HÉROES. VIII.
Hoy compartimos dos entrevistas, en primer lugar a Ntra. Hna. Elena Angustias Correa Chamorro, quien trabaja en el Hospital Virgen del Rocío, desde hace 19 años, concretamente en la Coordinación de Trasplantes, como Enfermera Coordinadora de Donaciones y Trasplantes.
1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?
En este momento que vivimos, sigo realizando las mismas labores profesionales, sin embargo mi actividad diaria ha cambiado. Actualmente soy la única enfermera que sigue con dedicación total en este servicio, por ser la de mayor experiencia. Mis compañeras se han incorporado a la Unidad de Cuidados Intensivos, debido al aumento de carga asistencial con los pacientes COVID-19 positivos. Así que ahora estoy 24 horas de guardia, todos los días. Las exigencias y controles para que una persona pueda ser donantes de órganos son más estrictos, complicados y tediosos ya que tenemos que garantizar la seguridad y bienestar de los receptores de órganos.
2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?
Tengo la inmensa suerte de trabajar en lo que me apasiona, y como además, es un trabajo muy dinámico y siempre diferente, cuando me dirijo al hospital voy ilusionada y expectante a lo que suceda, con alegría y motivación para ayudar a los pacientes, a sus familiares y a mis compañeros. El hospital es un medio hostil para los ciudadanos, que les genera miedos e inquietudes, así que mi objetivo primordial es ayudarlos, cuidarlos y proporcionarles seguridad.
Es cuando regreso a casa, cuando siento miedo de ser portadora de COVID-19 para mi familia. Así lo primero que hago es ducharme con agua caliente y antiséptico; y lavar mi ropa y zapatos.
3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.
Mi vivencia más negativa desde que empezó la alarma sanitaria, es cuando les dices a los familiares de los pacientes que están muy graves, en UCI (no sólo a los de COVID positivos sino también a los ingresados por accidentes de tráfico, postquirúrgicos, hemorragias cerebrales..), que se tienen que ir a su casa, que sólo los podrán ver una vez al día y un único familiar, que tienen que esperar nuestra llamada porque no se pueden quedar en ninguna zona hospitalaria por riesgo de contagio del coronavirus. ¡Se me parte el alma ante sus rostros y sus palabras!, ellos sienten el desarraigo, el miedo de estar lejos de sus seres queridos, la sensación de abandono; otros sienten que les quitamos a su familiar.
4.- ¿Y tu mejor experiencia? es decir, la más positiva.
Lo mejor de estos días para mí, es cuando informas a los familiares de los pacientes ingresados en UCI, independientemente de qué noticias no sean buenas o malas, porque hacen sentir que soy el lazo de unión entre ellos.
5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?
De toda esta situación que estamos viviendo, me quedo con el compromiso de la sociedad, con el compromiso de mis compañeros. Todos “arrimando el hombro” y CARGANDO CON LA CRUZ.
6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?
Al Santísimo Cristo de La Vera-Cruz y, a Su madre, la Santísima Virgen de las Angustias, les pido fe, salud y alegría en el encuentro con Dios y nuestros hermanos. Y QUE ELLOS SEAN NUESTRO ESPEJO Y NUESTRO CAMINO.
En segundo lugar, compartimos la experiencia de Ntra. Hna. María José Santamaría Raposo, auxiliar de ayuda a domicilio en el Ayuntamiento de nuestra localidad.
1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?
Pues yo comencé trabajando como auxiliar en la Residencia Virgen de las Angustias y luego pasé al Ayuntamiento, tanto en un lugar como en otro no puede ser más gratificante. Desde que comenzó está crisis todo ha cambiado, muchos usuarios fueron renunciando al servicio animados por sus familiares por temor al contagio. El pasado día 23 se impusieron los Servicios Mínimos, desde entonces todo es más intenso, ahora son ellos los que nos piden que nos cuidemos y al pasar menos tiempo juntos valoran mucho nuestro trabajo y algunos nos llaman sus "Ángeles de la Guarda". Además parte de mi jornada la paso en el banco de alimentos del Ayuntamiento y es otra labor nueva para mí pues estoy descubriendo cuantas familias necesitadas hay en nuestro pueblo.
2. ¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?
Cuando voy a salir de casa, como siempre hago, me encomiendo al Cristo de la Vera-Cruz pidiéndole la fortaleza suficiente para afrontar cada nueva jornada. Al llegar me encuentro a mi usuaria con esa cara que se ilumina al verme entrar por su puerta esperándome con esa mezcla de incertidumbre y alegría y entonces siento ese bienestar que se siente al llegar a tu propia casa.
3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.
El peor día ha sido al principio cuando una usuaria gran dependiente y con menores a su cargo me pidió perdón, ¡ella a mí!, por renunciar al servicio porque tenía miedo de ser contagiada, ya que nosotros vamos de casa en casa, y me explicó que si a ella le ocurría algo que iba a ser de sus hijos. Ese día me fui con un nudo en la garganta y con los sentimientos encontrados pues, como madre, la entendí y debía respetar su decisión pero me sentía impotente de no poder ayudarla.
4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.
Mi mejor experiencia ha sido este lunes al endurecerse el Estado de Alarma cuando al salir para trabajar descubrí lo importante que es nuestra labor, casi todos los vecinos estaban en casa, pero yo debía de seguir trabajando y me sentí llena de fuerza y dispuesta a no defraudar a está sociedad que tanto nos necesita.
5. ¿Con qué te quedas de todo esto?
Yo de todo esto que está ocurriendo tengo mi propia teoría: Dios ha bajado a poner cada cosa en su sitio, a cambiar la escala de valores a mostrarnos lo vulnerables que somos, pero a pesar de todo cuanto amor y solidaridad, tenemos aún por dar. Y, sobre todo, que tenemos que cuidar de Nuestros Mayores porque el Estado de Bienestar del que disfrutamos se lo debemos a Ellos, son los más vulnerables ahora y tenemos que estar a la altura que se merecen.
6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?
Al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz esa fuerza que Él mostró ante la Cruz para seguir adelante en los duros momentos y a María Santísima de las Angustias que nos ilumine con ese amor de madre para saber escoger siempre el mejor camino en la vida. Y a ambos misericordia y consuelo para los que no tienen tanta suerte como nosotros.