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Decía el Cardenal Robert Sarah que las dificultades con Dios sacan de todos lo mejor de nosotros mismos. Ahora que todos estamos orando como Jesús oraba en el Monte de los Olivos, ahora que el tiempo de espera empieza a hacerse largo… Ahora descubrimos con vosotros la esperanza del trabajo diario bien hecho, la responsabilidad a prueba de dificultades y la honra de defender una bandera universal como es la de sentiros y comportaros como garantes del bienestar de los otros. Queremos deciros que no estáis solos. No por las muestras de cariño que os llegan, no solo por las oraciones en las que estáis presentes, no estáis solos porque ¿Dónde se puede estar mejor estos días que pegados al amparo del Sagrario de la Capilla Oratorio presidida por Santa Ángela de la Cruz? EL Sagrario evoca la presencia de Dios y alberga a Jesucristo. Para iluminarlo colocamos una vela a sus pies. Para recordar que Él está allí. Siendo la Residencia Virgen de las Angustias un lugar Santo, estando al lado del Sagrario, ¿qué os puede faltar?

Quisiéramos dar las gracias a nuestros cirineos, al personal de la Residencia encargados de que nada falte, ni siquiera Dios. Y a Pepe Justo y a Mari Cruz por servir de timoneles. Todos al servicio de los mayores, con un compromiso fuera de toda duda, llenos de vocación y con una disponibilidad y sensibilidad digna de elogios. Son los auxiliares de planta, personal de cocina, sanitarios, técnico, administración, todos con un compromiso pleno. Esa es una clara diferenciación de nuestra Residencia, que la hace única en su entorno: la cercanía, el trato cariñoso y amable, la acogida y calor humano, la atención personalizada. Los mayores que en ella viven son el centro de todos los esfuerzos que realiza la dirección, los trabajadores y por supuesto, la Hermandad de la Vera-Cruz.

Finalmente, unas frases de apoyo a todas las familias que momentáneamente no pueden visitar a sus familiares. Gracias por confiar en nosotros, sin duda la espera no será larga. Os pedimos paciencia y que no decaiga nunca la ilusión y esperanza de que pronto podremos abrazar a nuestros padres y abuelos. Más de veintiún años de funcionamiento de la Residencia Virgen de las Angustias dan para muchas vicisitudes, momentos, dificultades, que vamos viviendo, superando y resolviendo. Este que nos toca vivir estos días es uno más, del que sabremos reponernos y del que saldremos reforzados como comunidad entorno a nuestros mayores. Nuestras oraciones, el apoyo de todo el pueblo de Alcalá del Río, os dará la fuerza suficiente para seguir adelante. Como decía el profeta Josué para animar al pueblo de Israel:

“¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.”

Madre Santísima de las Angustias Coronada, que por tu mediación, Dios nuestro Señor en la Santa Vera-Cruz, nos colme a todos de fuerza, esperanza, salud y bendiciones.

Atentamente,
La Junta de Oficiales.