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La preparación para el Tiempo de Adviento reunió en el día de ayer a más de 140 hermanos de todas las edades en el Edificio Vera-Cruz. Comenzamos a las diez de la mañana, con un desayuno ofrecido por nuestro “equipo de cocina”. Los primeros en llegar fueron los mayores, para ellos nuestro mayor respeto y cariño. Poco a poco, el salón se fue llenando de hermanos de todas las edades. Dimos la Bienvenida a D. Antonio Padilla, párroco de Carrión, que nos acompañó durante toda la jornada. Sobre las once de la mañana, se dió paso a la presentación del Retiro y a la organización de los grupos y ubicación de los mismos en las distintas dependencias de la Hermandad.

Nuestros mayores fueron acompañados en la reflexión por nuestro hermano Ignacio Velázquez, que ubicados en la Casa Hermandad de la plazoleta, fueron realizando un repaso por las cuatro semanas de Adviento y el significado del mismo. Los adultos fueron acompañados por D. Antonio Padilla, que reunidos ante nuestros Amantísimos Titulares, reflexionaron sobre la Navidad de hoy, la esperanza de los jóvenes, finalizando con una mención a la historia de la celebración de la Pascua en Belén.

Los jóvenes y adolescentes, animados por Zaira Velazquez, Rocío Zamora y María José Díaz, permanecieron en la Casa Hermandad de la calle Real, entremezclando animadas dinámicas y momentos de seria reflexión sobre “estar alerta”, “allanar el camino”, “mantener y transmitir la esperanza” y comprometerse a cambiar la vida de las personas que sufren a su alrededor...

Los más pequeños, conocieron a Candelilla, Candela, Candelón y Candelita, que les enseñaron porque se encienden cada semana hasta el nacimiento de Jesús y qué tienen que cambiar para estar preparados cuando el niño Jesús nazca.

A la 13:00 horas, todos los hermanos estábamos dispuestos y con el corazón abierto para participar en la Sagrada Eucaristía en la que D. Antonio nos invitaba a vivir el Adviento con alegría, a ser valientes y a no tener miedo a decir que somos creyentes, poniendo como ejemplo a la Virgen Santísima, que fue valiente para decir  “Sí” sin más...

Tras la Eucaristía, nos trasladamos a la Plazoleta de San Gregorio donde disfrutamos del sol, buenos ratos de charla y la comida elaborada una vez más por nuestros hermanos del equipo de cocina.

La alegría de sentirnos hijos De Dios, de ser de la Vera Cruz, y de celebrar la venida del Niño que va a Nacer, inunde nuestros corazones. ¡Feliz Adviento a todos!